Al día siguiente cruzamos a Francia desde Canfranc Estación para dirigirnos hasta el parking que hay en un puente sobre el Gave de Aspe, desde el cual parten varias excursiones y entre ellas la del Chemin de la Mature. En una hora y 15 minutos llegamos al cauce del río habiendo dejando atrás el camino tallado del Chemin, muy bonito y recomendable.
Descenso típico de la vertiente francesa: resbaladizo, con troncos atrevasados en el agua, donde abunda la vegetación y además corre el agua suficiente como para disfrutar del descenso.
Las reseñas que hemos visto son de hace muchos años y no hemos encontrado apenas información del mismo. Aún así sabemos que años atrás algún compañero lo ha descendido.
Empieza en un puente que cruza la senda por la que hemos venido. El inicio nos obliga a andar por el cauce durante un buen rato hasta encontrar el primer rápel donde ya nos damos cuenta que el equipamiento va a ser precario.
Tras atravesar una presa que hay en el cauce los destrepes se suceden continuamente durante mucho tiempo. La reseña indica casi la veintena de rápeles pero no llegamos hacer más que 10 ó 12. Es un lástima que algún resalte no esté mejor equipado porque son realmente bonitos. Además en alguno de ellos debemos dejar material propio ya que el equipamiento estaba viejo y desgastado.
Después de 5 horas pasamos por debajo de un bloque atravesado precioso que hay en el cauce y ya vemos a nuestra el camino tallado de la Chemin, lo que ya nos indica el final del barranco. En poco más de 15 minutos en el coche y para casita.
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