Segunda actividad del día. Unos 35 kilómetros separan Siresa de la mediática población de Fago. Lamentablemente algunos la conocen sólo por lo que todos sabemos y no por la belleza que esconde el río unos tres kilómetros más abajo del pueblo.
El caudal ya va de capa caída y no presenta ninguna dificultad. Barranco bonito de verdad con varios rápeles no difíciles, un sifón de dimensiones extraordinarias pero que se pasa por encima gracias a una cadena instalada, tramos engorgados de calidad y zonas donde la erosión del agua ha fabricado formaciones preciosas.
Acceso inmediato, ahí mismo hay un cartel de grandes dimensiones donde viene la reseña del mismo. Descenso que no puede faltar en la agenda de ningún barranquista y que por su dificultad, acceso, duración es apto para todos los públicos. Eso si con los conocimientos adecuados para esta actividad.
Por cierto, ha nacido un barranquista, se llama Ramón y procede de la comarca del Campo de Belchite, zona prolífica en gente recia y con "pitera". Felicidades.
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