El coche lo dejamos a unos 4 km pasado Berbusa (también Bergusa) junto a un puente que se encuentra en la pista y que coincide practicamente con la salida del barranco.
Iniciada la marcha pronto llegamos a un desvio a la izquierda de la pista que marca Ainelle así que lo cogemos y venga para arriba. Dudamos en varios desvios pero decidimos llegar a Ainelle junto al río dónde parece (segun el mapa) que debe salir el camino que nos lleve al punto más alto de nuestro objetivo y que se encuentra dividido en dos tramos.
Los años de abandono de los caminos de la zona hacen muy dificil encontrarlos y más no sacarse un ojo en las ramas y espinos de la zona, en estas condiciones el acabar totalmente lleno de pinchos y rozaduras queda totalmente asegurado.
No sin problemas encontramos un camino, escondido por la maleza, a unos 15 m. del río ( sin llegar al mismo) que sube hacia arriba y con suerte no lo perdemos hasta el collado dónde empezamos a estar convencidos de que el camino elegido es el correcto.
Cuando divisamos el barranco estamos unos 100 m de altura por encima, por lo que hay que bajar monte a traves hasta la cabecera. Cuando la bajada empieza a tomar tintes épicos y nos empezamos a poner nerviosos (llevamos unas dos horas y media de aproximación) encontramos la entrada de nuestro barranco aunque puede que un poco más arriba de lo reseñado por lo que toca equipar un rápel de 6 m.
En el barranco el agua corre por un hilillo y apenas nos mojamos en las pozas, aunque el frio se hace patente al final del día.
Los rápeles son variados y se alternan los vegetales, con los anclajes metálicos a la roca de flysch que es la que nos rodea durante todo el descenso.
Los rápeles merecen la pena, no superando los 40m. pero pero con varios, de 35 m y 30 m. Los colores de los árboles llenan los sentidos y destacaré sobre todo los dos tubos creados en el flysch en los que impresiona su anchura y su longitud, siendo el que se encuentra en la parte inferior de unos 60 m. dividido en dos rapel de +-20 m y otro de +-40. (foto de portada). Para finalizar el tramo inferior tiene varios destrepes traicioneros y la sorpresa del rincón denominado "espinazo del Diablo "que no se puede quedar sin fotografiar.
Conclusión, un barranco de dificil acceso, pero que merece la pena, sino comprobar las fotos.
........Fotografias del Rimallo y aproximacion.....
Hoy nos hemos juntado Roberto, Fernando y Félix.
Iniciada la marcha pronto llegamos a un desvio a la izquierda de la pista que marca Ainelle así que lo cogemos y venga para arriba. Dudamos en varios desvios pero decidimos llegar a Ainelle junto al río dónde parece (segun el mapa) que debe salir el camino que nos lleve al punto más alto de nuestro objetivo y que se encuentra dividido en dos tramos.
Los años de abandono de los caminos de la zona hacen muy dificil encontrarlos y más no sacarse un ojo en las ramas y espinos de la zona, en estas condiciones el acabar totalmente lleno de pinchos y rozaduras queda totalmente asegurado.
No sin problemas encontramos un camino, escondido por la maleza, a unos 15 m. del río ( sin llegar al mismo) que sube hacia arriba y con suerte no lo perdemos hasta el collado dónde empezamos a estar convencidos de que el camino elegido es el correcto.
Cuando divisamos el barranco estamos unos 100 m de altura por encima, por lo que hay que bajar monte a traves hasta la cabecera. Cuando la bajada empieza a tomar tintes épicos y nos empezamos a poner nerviosos (llevamos unas dos horas y media de aproximación) encontramos la entrada de nuestro barranco aunque puede que un poco más arriba de lo reseñado por lo que toca equipar un rápel de 6 m.
En el barranco el agua corre por un hilillo y apenas nos mojamos en las pozas, aunque el frio se hace patente al final del día.
Los rápeles son variados y se alternan los vegetales, con los anclajes metálicos a la roca de flysch que es la que nos rodea durante todo el descenso.
Los rápeles merecen la pena, no superando los 40m. pero pero con varios, de 35 m y 30 m. Los colores de los árboles llenan los sentidos y destacaré sobre todo los dos tubos creados en el flysch en los que impresiona su anchura y su longitud, siendo el que se encuentra en la parte inferior de unos 60 m. dividido en dos rapel de +-20 m y otro de +-40. (foto de portada). Para finalizar el tramo inferior tiene varios destrepes traicioneros y la sorpresa del rincón denominado "espinazo del Diablo "que no se puede quedar sin fotografiar.
Conclusión, un barranco de dificil acceso, pero que merece la pena, sino comprobar las fotos.
........Fotografias del Rimallo y aproximacion.....
Hoy nos hemos juntado Roberto, Fernando y Félix.
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