24 Abril: En el taller del "Choli" nos arregla la rueda. Desde aquí, los "bicigrinos" debemos de sellar mínimo 2 veces al día para conseguir la Compostelana. Esto parece una carrera de orientación. En Vega de Valcarce comemos unos plátanos, y una barrita. Surge nuestra primera duda. ¿por dónde afrontamos nuestro reto?. Por carretera más largo y tendido, o por la variante de bicicletas. Elegimos este último para subir el puerto de O Cebreiro. Gran elección, pero en la vida hemos sufrido tanto haciendo deporte. Estamos en Galicia y comemos en el pueblo que da nombre al puerto. Al bajar nos cubre la niebla y aún tenemos que sufrir pasando el alto de S. Roque y el del Poio. Equipados con chubasqueros y luces en las bicis, de nuevo una bajada frenética que dejando la niebla arriba nos lleva hasta Triacastela con otro bonito albergue. Sin duda es la etapa más dura del Camino, una subida de 10 km que nos ha costado casi hora y media y dos puertos posteriores, pero la satisfacción de haberla superado todos, es la mejor recompensa.
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